domingo, 15 de enero de 2012

Violencia, ¿de qué género?

Por Miguel Ángel Loma


La calificación por Ana Mato como «violencia en el entorno familiar», del asesinato de una mujer por su «pareja sentimental», hombre, levantó las alarmas del progresismo con Leire Pajín a la cabeza, censurando a la nueva ministra de Igualdad por no utilizar el término «violencia de género», que es lo exigido por el manual de lo políticamente correcto para denominar a esta clase de violencia.



Pero el progresismo es el mismo que defiende la denominada teoría o perspectiva de género, esa que dice que lo del sexo masculino y femenino es cosa antigua y superada, y que ya no tenemos que hablar de dos sexos diferentes, sino de géneros, múltiples y variados, ya que el género es una opción personal y subjetiva que depende de cómo se sienta cada uno o cada una respecto a los-las demás. Y en desarrollo de tan fantástica teoría, vamos ya por el reconocimiento de 23 géneros diferentes (tal como suena).


Pues bien, la semana pasada un hombre travesti y transformista degolló a hachazos a su ex pareja, otro hombre; y hace unos días una mujer, mató por asfixia a su pareja, otra mujer. Ante la sensibilidad de doña Leire y compañía con las calificaciones de la violencia, surge la razonable duda sobre la denominación de estos dos últimos asesinatos: de hombre contra hombre y de mujer contra mujer. ¿Son también casos de violencia de género, o la teoría de género elimina toda esa pluralidad de géneros que predica y reconoce para otros menesteres, y cuando se refiere a violencia entre parejas o ex parejas, sólo es violencia de género la del hombre contra la mujer?

El progresismo reivindicador de la teoría de género debería comenzar a clasificar las violencias según los géneros implicados en cada caso, o dejar de utilizar el término violencia de género exclusivamente para solo una clase de violencia. Aunque solo fuera por coherencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario